Gurús sin empatía

Acabo de leer un artículo con consejos para parados de larga duración: La muerte del 'curriculum vitae'.
Seguramente hoy me he levantado más sensible que otros días, porque hay cientos de artículos de gurús (que posiblemente nunca han estado en paro) con consejos para personas que están buscando empleo, pero esta vez me ha irritado un poco más. Quizás, porque aunque afortunadamente tengo empleo, he pensado que me sentiría muy mal si hubiera leído este artículo y no lo tuviera.
Analicemos los “sabios” consejos que nos dan en este caso:
1. Tomar las riendas de tu vida profesional. Esto podría darse si tuviera que elegir entre varias ofertas de empleo o si estuviera trabajando y tuviera que decidir si me conviene un cambio laboral. Pero cuando no tengo ninguna oferta, ¿qué decisión debo tomar? De nuevo nos hablan del cambio de las reglas del juego a nivel laboral y de la desaparición del “trabajo para toda la vida”. Entonces, si acepto que el mercado laboral ha ganado en precariedad, ¿tendré trabajo al día siguiente?
2. Cultivar nuestra inteligencia emocional. ¿Por qué dan por supuesto que no tengo suficiente inteligencia emocional? ¿De verdad si no me quejo y entiendo que me siento mal porque llevo un año sin encontrar un empleo, esto me ayudará?
3. Entrenar nuestra inteligencia financiera. Este es mi favorito. Oiga, con el debido respeto, creo que la inteligencia financiera le falta a usted. Por mucho que reduzca gastos, si elimino totalmente los ingresos, lo único que me queda es tirar de ahorros (si los tengo) hasta que se agoten. Acepto que me diga que soy un inútil y por eso su mercado laboral "chupiguay" me deja fuera, pero no me diga que no soy capaz de sumar y restar.
Gurús sin empatía
4. Descubrir el propósito profesional. El propio artículo dice que lo que debo hacer: buscar salidas profesionales, pero me funcionará mejor “escoger un camino laboral que tenga sentido”. Lo único que tiene sentido si llevo mucho tiempo en paro es pagar las facturas. ¿Han oído hablar de la pirámide de Maslow?
5. Decidir el rol laboral. Es decir, hacerme autónomo y trabajar por mi cuenta. Como tengo mi autoestima profesional por las nubes después de comprobar que nadie quiere contratarme, me jugaré mis escasos ahorros a una carta y, sin cartera de clientes, sin una mínima estructura y en uno de los países que ponen más difícil el emprendimiento, me lanzo a la piscina y compruebo si esos que no me quieren contratar, me quieren comprar. Por cierto, ¿me deja usted el dinero para emprender mi proyecto profesional con el que me sentiré tan realizado y feliz?
6. Hacer algo que nos apasione y que potencie nuestro talento. ¡Y dale sobre la misma idea! Cuando consiga pagar mis facturas y recuperar mi autoestima, ya me preocuparé de mis pasiones. Mientras tanto, me basta con un trabajo precario.
7. Encontrar un problema social que nos motive resolver. ¿La tasa de paro española no es un problema social en sí mismo? Si ese problema me afecta de lleno y está marcando mi vida económica, social y familiar, ¿debo aliviarme centrándome en más problemas?
8. Invertir en formaciones específicas. Es cierto que si estoy en desempleo tendré más tiempo para formarme, pero la formación no siempre es gratuita.
9. Desarrollar la marca personal. Es decir, cómo diferenciarte de los demás poniendo “en busca de nuevos retos profesionales” en el perfil de Linkedin. Decir que cuanta más gente de tu sector sepa que buscas empleo más fácil será que te pueda llegar alguna oferta, es mucho menos chupiguay que hablar de marca personal, pero posiblemente sea más real, sencillo y efectivo.
El paro de larga duración es un problema grave para las personas que se encuentran en esa situación. Sólo pido un poco de empatía. No todos los parados son creativos y emprendedores, pero esto no los hace malos trabajadores. No todos son supermegaguays. Algunos superan la barrera de los 50 años y el mercado laboral los excluye porque sí en la etapa más decisiva para definir la pensión que les quedará por el resto de su vida.
Es cierto que estos gurús explican ejemplos de personas que tienen éxito con alguno de estos consejos, pero ponen el ejemplo a posteriori, es decir, hablan de gente que no conocen después de que hayan tenido éxito. ¿Y los demás? ¿Por qué no hacen un gesto de buena voluntad guían a un desempleado para que encuentre empleo sin enviar ningún currículum a ninguna empresa?
Por cierto, ¿cuántos de estos gurús han sentido el pánico y la desesperación del desempleo en sus carnes y ahora dan consejos gratuitos en blogs, revistas y periódicos?

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