¿Diferenciarte de qué? ¿De quién?

Dicen los gurús de la gestión de personas que cuando buscas trabajo debes buscar aquello que te hace diferente de los demás. Incluso hay portales como Infoempleo que recomiendan técnicas para fomentar esa diferenciación. A veces da la sensación de que si tienes un blog profesional y un buen perfil en redes sociales, puedes aspirar a cualquier trabajo que te propongas.

Hace casi 15 años que, de una manera o de otra, he estado gestionado procesos de selección. Nunca me han pedido un comercial "diferente", sólo un "buen" comercial. Parece que ahora tengamos que inventar la sopa de ajo, pero las empresas quieren buenos profesionales de su sector, que aporten formación, experiencia y ganas suficientes para realizar las tareas asignadas de la mejor forma posible. En realidad les da exactamente igual si tienes un blog o un perfil de Twitter con muchos seguidores. Si además hablamos de un perfil poco cualificado (la mayoría de gurús de RRHH se olvidan de este tipo de profesiones de manera implicita) todavía peor. El dueño de la carnicería quiere un/a buen/a carnicero/a, no a un carnicero que participe activamente en los grupos de Linkedin. 

Si, tal como indican los estudios, los reclutadores dedicamos sólo unos segundos a cada currículum, ¿de verdad alguien cree que vamos a consultar tu blog y tu perfil en redes sociales sin más? Tal vez lo hagamos cuando el proceso esté más avanzado, pero no va a servirte para la primera criba.

Si tan importante es estar en las redes sociales, ¿por qué la mayoría de directivos del IBEX35 no tienen perfil en ellas? Supongo que no deben tener demasiado tiempo para ello...

Escribir cosas interesantes en un blog puede demostrar que escribes con cierta gracia o que conoces bien un tema (ambas cosas no tienen que estar relacionadas), pero eso no implica necesariamente que seas un buen profesional.

No te preocupes por ser diferente, sino por ser un buen profesional y por ser capaz de demostrarlo tanto a nivel 1.0 como en el 2.0.

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