Garantizar las pensiones es fácil... Si sabes cómo

El sistema de pensiones es un tema que periódicamente se cuela en el debate económico y político. Ahora mismo, por ejemplo, unos son partidarios de aumentar la edad de jubilación para garantizar la viabilidad del sistema, mientras que otros defienden todo lo contrario para facilitar el acceso de los jóvenes al mercado laboral.

En la mayoría de países, son los contribuyentes los que pagan la mensualidad a aquellos que ya están jubilados y que, a su vez, la pagaron a los anteriores. Así sucesivamente, de manera que cada generación paga las pensiones de la anterior. 

Esto hace que el sistema sea altamente sensible a cambios económicos y demográficos. Por ejemplo, en una época de crisis económica grave, el dinero que los contribuyentes dedican a las pensiones debe dedicarse a otras partidas, poniendo en peligro el subsidio de personas que cumplieron con su deber pagando sus impuestos mientras estuvieron en activo.

Otro problema surge cuando hay un descenso demográfico, porque entonces los contribuyentes bajan en proporción frente a los beneficiarios, de forma que deben aportar más los unos o cobrar menos los otros.

¿Por qué tenemos que pagarle la pensión a otros si nos la podemos pagar a nosotros mismos? Es decir, ¿por qué no extrapolamos la idea de plan de pensiones privado al público? De esta manera, el contribuyente va aportando al sistema público y éste puede ir invirtiendo ese dinero desde el primer momento. Una vez llegada la edad de jubilación, se trataría de ir cobrando de las propias aportaciones. 

La parte positiva de que siga siendo un sistema público es la garantía de que no habrá intereses de terceros que puedan poner en peligro el capital. Es decir, el Estado debería gestionar y garantizar el cobro de las aportaciones, invirtiendo sólo de forma extremadamente conservadora.

Se eliminaría de esta manera el riesgo a cambios demográficos, económicos o políticos de cualquier tipo. El dinero sería de uno mismo desde el principio hasta el final, aunque gestionado por el Estado.

El problema es pasar del actual sistema a uno como el que acabamos de describir, ya que supondría pagar la pensión a toda una generación sin recibir aportaciones de la siguiente, que ya estaría aportando dinero a su propia jubilación. Pero este cambio puede hacerse de forma progresiva durante varios años.

Al final, cada uno podría decidir su propia edad de jubilación en función de sus aportaciones y se facilitaría el acceso al mercado laboral de los más jóvenes.

¿Qué os parece la idea?

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