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Mostrando entradas de junio, 2014

¿Contrataría usted a su hijo para hacer ese trabajo?

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Si preguntamos a cualquier directivo de cualquier organización cómo debe ser el empleado ideal, seguramente nos dirá que debe trabajar en el día a día "como si la empresa fuera suya". Esta afirmación presupone un grado de  compromiso  muy alto. Son muy pocos los trabajadores que asumen ese grado de dedicación. La mayoría hacen las cosas lo mejor que pueden y saben pero en determinados aspectos entienden que su grado de implicación debe ser menor que el de sus superiores. El problema es que, en ocasiones, damos por supuesto que el compromiso es gratis. Queremos pensar que el empleado lo lleva en su ADN, por lo que le hacemos responsable de la falta del mismo. La realidad es bien distinta: el compromiso es caro. Supone reciprocidad, es decir, el empleado se compromete con la empresa cuando siente que ésta también está comprometida con él. En cuanto perciba que da más de lo que recibe, empezará el desencanto. ¿Somos realmente capaces de comprometernos con nuestra gen

¿Debería premiarse a alguien que no falta nunca al trabajo?

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Esta misma mañana he escuchado la noticia en la radio:  Un empleado taiwanés es premiado por no pedir un día libre en 24 años de servicio . Según el artículo, se desconoce si ha hecho vacaciones o no, pero en todos estos años no ha necesitado pedir absolutamente nada. Tampoco sabemos con detalle que tipo de premio le darán. Quiero pensar que no será tiempo libre ;) En cualquier caso, la noticia me ha hecho recordar a varias personas que defienden con fuerza que uno de sus grandes méritos es no haber cogido nunca la baja durante muchos años. Pero, ¿este aspecto es realmente un mérito? Volvamos al empleado de Taiwan. Según parece, coordina horarios de trenes y opera los cambios de señales en una estación por la que pasan trenes de carga. Dudo muchísimo que este señor haya estado 24 años sin un triste resfriado. Por lo tanto, es fácil deducir que algunos días habrá ido a trabajar sin estar al 100% de sus capacidades físicas y psíquicas. Teniendo en cuenta que un error suyo puede