¿Cómo se alcanza el éxito?

El título de esta entrada parece difícil de responder, pero si lo analizamos es muy fácil: intentándolo. Sin embargo, para intentarlo debemos plantearnos varias cosas:

¿Qué es el éxito?

Según la RAE, el éxito es el "resultado feliz de un negocio, actuación, etc." Esta definición puede interpretarse libremente dependiendo de cada persona. Lo que para algunos es insignificante, para otros es el objetivo por el que merece la pena luchar cada día de sus vidas. Para algunos tener éxito significará tener una familia y disfrutar de sus hijos, tener su propia empresa, ser directivos en una gran multinacional o sencillamente vivir sin demasiadas preocupaciones. Por lo tanto, debemos tener claros nuestros objetivos para encaminar bien nuestras acciones.





¿Dónde queremos tener éxito?

Es difícil alcanzar el éxito en todas las facetas de nuestra vida. Puede que nuestra vida profesional sea como habíamos soñado pero nuestra relación de pareja sea totalmente insatisfactoria. Es importante establecer prioridades, puntos fuertes y débiles para saber focalizar mejor nuestra energía. Podemos empezar por priorizar los siguientes aspectos (podemos añadir o quitar) y ordenarlos de más a menos importante:

  • Amor
  • Dinero
  • Salud
  • Ocio
  • Trabajo
  • Hogar
  • Familia y amigos
  • Crecimiento personal

Si además valorásemos de uno a diez nuestro grado de satisfacción con estos aspectos, seguramente obtendríamos puntuaciones diferentes en cada uno de ellos. 

A lo largo de nuestra vida, las prioridades y la satisfacción con las áreas vitales anteriores seguramente irán cambiando.

El éxito nos tiene que ayudar a ser felices

La felicidad es ese estado de ánimo que casi todos buscamos, aunque no siempre de forma acertada. Cuantas más áreas de nuestra vida cumplan nuestras expectativas, más cerca estaremos de la felicidad plena. Si alguna de las áreas puntúa muy por debajo de las demás y es importante para nosotros, queda claro dónde hemos de centrar nuestras fuerzas para alcanzar la felicidad.

El éxito parte de la congruencia

Asumir el éxito en cada una de las áreas supone esfuerzo y limitaciones. No podemos querer lo bueno de cada área sin asumir su parte negativa. Por ejemplo, si para nosotros es muy importante tener un estatus económico alto, seguramente tendremos que privarnos de pasar más tiempo con nuestra familia y amigos. De la misma manera, si preferimos un trabajo que no nos suponga mucho esfuerzo, tendremos que renunciar a tener un coche de alta gama o unas vacaciones en el Caribe cada año.

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