¿Alguien se acuerda de la gestión del talento?

Hace unos años los departamentos de RRHH hablaban de gestión del talento. Atraer y retener el talento era casi una obsesión, llegando a creer que las empresas con mayor talento eran las que tenían más éxito. Incluso se generó un nuevo oficio y se le puso un nombre curioso: el headhunter (su función me parece muy válida, pero me gustaría mucho más otro nombre). Sin embargo esta idea se quedó en creencia. No he visto ningún estudio en el que se demuestre una correlación entre el talento y los beneficios netos de la organización. Buscar esta correlación supone afrontar la dificultad de medir algo tan intangible como el talento. Es más, ¿qué es el talento?. ¿Seguro que todos daríamos la misma respuesta? Según la RAE el talento es "la inteligencia o aptitud para una determinada ocupación". ¿Vale la pena todo el esfuerzo realizado para retener a personas que sencillamente son aptas para hacer su trabajo? Como tantas otras veces, desde los departamentos de RRHH, nos estuvimos dedicando a trabajar en algo que no es medible y que no puede demostrar sus resultados.



Hoy por hoy, la obsesión de los departamentos de RRHH es reducir gastos. Si los beneficios bajan, la única forma de seguir vivos es reduciendo los gastos. Del talento sólo nos acordamos al analizar los gastos de personal que tiene nuestra empresa. Ahora, mirando los números, nos damos cuenta de lo caro que sale el talento. ¿Qué nos ha aportado? No tenemos una respuesta clara, pero conseguir resultados cuando las vacas eran gordas quizás no tiene demasiado mérito. Ahora, cuando las vacas son flacas, todas las empresas notan los efectos de la crisis en su cuenta de resultados. Entonces, ¿para qué ha servido retener tanto talento? Si invertimos en algo que nos da resultados cuando todo el mundo los obtiene y no los mantiene cuando el resto de empresas dejan de tenerlos, estamos tirando dinero.

Retomando la definición de la RAE, llamemos a las cosas por su nombre. Hablar de "gestión del talento" da caché y glamour, pero si hablamos de personas aptas, responsables y motivadas, seguramente seremos más prácticos y útiles para nuestra organización. 

Comentarios

  1. Muy bueno tu post Juanma... es un tema bastante peliagudo y me gustaría aportar mi visión: Considero que el "talento" o como queramos llamarlo no hemos sabido identificarlo, en el sentido de que como tú bien dices, si alguien simplemente "cumple" ¿donde está ese talento? Debería entenderse que alguien con talento sería alguien que excediera con creces la media, de forma que pudiera realmente aportar valor y que además se pudiera medir económicamente, pero claro para eso, hay que pagarles como "talentosos" y no como meros empleados... una tema complejo, sin duda. No obstante creo que seguimos midiendo mal, que los criterios de selección aún no están pulidos lo suficiente como para encontrar esas personas con verdadero talento que podrían aportar. Si seguimos basandonos en CV y entrevistas que no buscan más allá... lo llevamos claro!

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  2. Muchísimas gracias por tu comentario Rafi. Completamente de acuerdo contigo. Hemos llamado talento al "hacer las cosas con madurez y responsabilidad", lo que nos ha llevado a sobrevalorar a determinados profesionales, encareciendo enormemente su trabajo.

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