Sonría, por favor

¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?

Se ha escrito muchísimo sobre la conciliación entre vida laboral y vida familiar. En teoría todo es muy fácil: teletrabajo, horarios a la carta, delegación de tareas, etc. Sin embargo, desde el ámbito de los RRHH sabemos que en la práctica no todo es de color rosa y, aunque sea politicamente incorrecto admitirlo, hoy por hoy sigue suponiendo un problema grave para las empresas y para los trabajadores.

Sabiendo que existe ese problema social y que debemos trabajar para irlo solucionando poco a poco, mi reflexión de hoy es que nos apliquemos el cuento. En el trabajo se nos exige y nos exigimos tanto que, en ocasiones, puede ocurrir que olvidemos que existe vida más allá.

Se acerca el buen tiempo y un refresco con una tapita en una terraza con la familia o los amigos puede aumentar nuesta felicidad de forma inimaginable. Sin duda, un trabajador feliz es mucho más productivo.

Hoy toca recordarlo, por si se nos olvida. Para eso os dejo un video de Emili Duró que creo que es muy interesante. Espero que os guste.

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